lunes, 19 de marzo de 2012

Un mundo. Nuestro mundo.

¿Recuerdas todo eso que un día construimos juntos? Cuando yo me enfadaba y tú me sonreías y me decías "no te enfades", en ese momento que me derretía y tenía unas ganas locas de ti, de tus preciosos y perfectos labios. Cuando me quitabas algo y yo, por acto reflejo te lo intentaba quitar y de repente aparecía tu cara a pocos centímetros de la mía, mi corazón se aceleraba y me sonrojaba. Momentos vividos que no se olvidan. Momentos que nosotros hicimos perfectos. Y que no me digan que la perfección no existe o que es imposible volar y tocar el cielo con nuestras propias manos, porque lo he hecho y, lo hago. Todos los días sonrisas tontas inundan mi cara, así sin avisar, con un único propósito, hacerte feliz.

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