Quiero enredarte en mis
sabanas y que me eches de menos cada mañana. Que te vuelvan loco mis
sonrisas y te preocupes cuando no rompa los indices de felicidad. Que me grites, que me odies, que me digas lo pesada que soy a
veces, lo tonta que me suelo poner y lo egoista que soy al no querer
compartirte con nadie, pero que después de eso, vengan las reconciliaciones. En tú casa o en la mía, o si hay tiempo en las dos. ¿Qué
más da donde ocurra?,
no me importa dnde sea, si ocurre estando juntos. Que tampoco me importa
que tu adores los perros y yo los gatos, tampoco me importa que tú te inches a agua y yo a coca cola, que te encanten los spaguettis y a mi los
macarrones, que
tú te canses rápido y yo al contrario sea la que cansa, tampoco me importa que ati te guste el verde y ami el azul, podremos pintar cada pared de un color, que tampoco importará
cuando tú te emparanoyes y ami me entre de repente el miedo. Que desde que estás a mi lado, el mundo no me
parece tan malo, ni las noches tan oscuras, ni los silencios tan silenciosos y
eso, sinceramente, se debe de agradecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario